Deuda externa y deterioro de soberanía*

No dudo al mencionar que la negociación de la deuda externa mexicana en la década de los ochenta, constituyó uno de los indicadores que evidencian con mayor claridad el deterioro de la soberanía nacional que vive México. El país al no configurar un proyecto nacional que respaldara un desarrollo productivo interno, propició, por un lado, que la soberanía nacional se viera claramente afectada y comprometida, pero, por otro, que tal deuda se configurará como una variable política negociable y, al mismo tiempo, como un problema que conlleva a la necesidad de elaborar un nuevo concepto de soberanía nacional. ¿Qué significa esto? Que el problema de la deuda externa pasó, de un contexto económico, a uno cien por ciento político, de negociación, de compromiso, de convenios y contratos. Al respecto, tal vez sería importante preguntarnos sobre la participación de los partidos políticos en el comportamiento de la deuda externa desde 1980 a nuestros días.

Como puede apreciarse, hablar de deuda externa y soberanía nacional es refrescar nuestra memoria, la memoria colectiva de una sociedad que desde la conquista a vivido con el peso de la deuda. Desafortunadamente ni la independencia ni la soberanía nos permitieron romper esta tendencia, por el contrario, las cosas se agravan, a grado tal, que es a partir de 1986, cuando los analistas políticos empiezan a referirse a la existencia de una soberanía restringida, de una soberanía compartida; de un comportamiento de Estado que ya no muestra su carácter rector en la economía, sino una clara simpatía por fomentar y respaldar una forma de reproducción de capital bajo las condicionantes que impone el libre mercado y el capital financiero internacional, con lo cual, al mismo tiempo, el Estado en esa misma década inició su camino y compromiso con la dinámica del libre mercado, de la globalización economía.

*González Licea, Genaro, Ensayo sobre la reestructuración del Estado mexicano, Amarillo editores, Derechos Reservados a favor del Autor, México, 2001.