lunes, 29 de agosto de 2011

Estado y factores de poder*

Abordar el tema de la relación entre el Estado y los factores de poder de las asociaciones y grupos de presión no es sencillo, entre otras cosas, porque los grupos de presión carecen de un comportamiento homogéneo en su forma de actuar, en su forma de ejercer influencia y presión. Considero oportuno citar la clasificación que al respecto hace Jean Meynaud (autor citado por González Uribe en su Teoría Política); para Jean Meynaud dicha presión se ejerce por tres mecanismos principales: “la persuasión, la corrupción y la intimidación. La persuasión se realiza mediante las campañas de información y de propaganda, en las que se utilizan los modernos medios de comunicación masiva: la prensa, la publicidad, la radiodifusión, el cine, la televisión. Se utilizan, además, los contactos personales y las negociaciones, los pliegos de petición, la iniciativa de leyes; y sobre todo, la intervención directa de los partidos políticos en las elecciones. La corrupción -por desgracia muy frecuente en nuestros días- se lleva a cabo mediante el típico sistema del soborno a los funcionarios políticos, administrativos y judiciales, o bien, comprando la prensa, subvencionando a los partidos políticos o introduciendo alguna influencia indebida en el engranaje del gobierno. La intimidación, por otra parte, es un procedimiento que se da también repetidamente en los Estados contemporáneos. Va desde la simple defensa de intereses por medio de la resistencia pasiva -el boicot, el paro de actividades, la negativa del pago de impuestos, la huelga- hasta la acción revolucionaria de grupos enemigos del Estado que desean, justa o injustamente, un cambio radical en las estructuras políticas".
Estas tres formas de presión al Estado no son las únicas, empero, sea cual fuere la forma de presión, es importante recordar que el papel del Estado no es mostrar un evidente favoritismo hacia uno de los grupos, sino responderle a todos de acuerdo a tiempo y circunstancia; al peso que tengan en la historia de una nación o a la coyuntura específica que se viva. Naturalmente, recordemos siempre que las medidas de políticas públicas que implemente el Estado, beneficiarán a unos y “perjudicarán” a otros; por supuesto, nadie irá a la ruina.
De las múltiples formas de presión que recibe el Estado, coincido con Ralh Miliban, El Estado en la sociedad capitalista, la de los hombres de negocios la más importante y eficaz que cualquiera otra: “los hombres de empresa se encuentran en inmejorable situación para ejercerla, sin necesidad de organización, campaña y cabildeos. Es ésta la presión omnipresente y permanente, sobre los gobiernos y el Estado, generada por el control privado de los recursos industriales, comerciales y financieros concentrados. ... Es evidente que los gobiernos no están completamente desvalidos ante el poderío de los hombres de negocios, ni tampoco es el caso que estos últimos, por más grandes que sean las empresas a su cargo, puedan desafiar abiertamente las órdenes del Estado, hacer caso omiso de sus disposiciones y burlarse de la ley. Más bien de lo que se trata es que el control ejercido por los hombres de negocios sobre esferas grandes y fundamentales de la vida económica dificulta extremamente a los gobiernos imponerles políticas a las que se opongan firmemente".

*González Licea, Genaro, Ensayo sobre la reestructuración del Estado mexicano, Amarillo editores, Derechos Reservados a favor del Autor, México, 2001.

No hay comentarios:

Publicar un comentario